Lotus corniculatus

San Gabriel

  • Tipo europeo
  • Excelente adaptación al pastoreo
  • Comprobada versatilidad y amplia adaptación ambiental
  • Buen comportamiento en suelos con bajos niveles de fósforo
  • Recomendado para siembra directa y en mejoramientos de campo

Población introducida desde São Gabriel, Rio Grande do Sul, Brasil. Su mantenimiento y multiplicación se realiza en La Estanzuela desde la década del 70. Presenta una estacionalidad de aporte de forraje adaptada a los requerimientos nutricionales en Uruguay. Es un cultivar que florece temprano, desde noviembre, y tiene un período de floración muy prolongado.

San Gabriel (Lotus corniculatus) ha demostrado una excelente capacidad para producir en suelos marginales respecto a otras especies y cultivares. Tiene buena productividad cuando se lo compara con cultivares introducidos, ya sea con o sin latencia. Ha demostrado tener un buen establecimiento en las siembras en cobertura sobre campo natural en diversos suelos.



Se destaca de cultivares introducidos por su rendimiento anual. Se mantiene activo durante el inicio del invierno, lo que resulta en un período de aprovechamiento más prolongado. Supera a otros cultivares en producción invernal y su mayor aporte se produce a partir de la primavera temprana.



Su estructura de planta erecta, con buena densidad de tallos, le confiere alta disponibilidad en el pastoreo. Sus niveles de digestibilidad son más altos en primavera temprana donde alcanzan valores de 75% decreciendo luego hacia el verano. Aporta importantes volúmenes de forraje en la primavera, que sumado a la calidad del forraje, hacen de esta leguminosa una muy buena opción para henificar. Realiza una interesante contribución a la producción estival cuando no hay restricciones hídricas. No presenta problemas de enfermedades o plagas específicas, pero es susceptible a podredumbres de raíz y corona, que reducen su persistencia.

Implantación y manejo

Debido a su prolongada multiplicación en Uruguay, tiene buena estabilidad productiva en diferentes ambientes agroecológicos. Con excepción de los suelos superficiales, prospera bien en suelos arenosos, pesados e hidromórficos. Por sus menores requerimientos, es la leguminosa perenne más productiva en suelos ácidos, desgastados y pobres en fósforo. Tolera situaciones de mal drenaje pero no anegamiento prolongado.

Uso recomendado

Está ampliamente difundido su uso en siembra directa y mejoramientos de campo natural. Su tolerancia al sombreado le permite admitir siembras consociadas con cereales o verdeos de invierno. Es un cultivar versátil que puede incluirse en todas las mezclas forrajeras. Se combina muy bien con gramíneas perennes, cebadilla y raigrás anual, ya sea como única leguminosa de la mezcla o en combinación con trébol blanco y alfalfa.

La presencia de taninos facilita el manejo del pastoreo, permitiendo acceder a alta calidad de forraje sin producir meteorismo. Estas características favorecen su uso en invernadas y recrías realizadas con diversas estrategias de manejo del pastoreo, desde continuos hasta franjas diarias. Complementa la producción de forraje en sistemas lecheros, produciendo en chacras donde la alfalfa no expresa su potencial por restricciones de suelo. Este cultivar es una excelente opción para henificar.

Status varietal:

cultivar de uso público mantenido por INIA.



Programa Nacional de Investigacion en Pasturas y Forrajes.